..........................................................................................Barón de Holbach

ios, por un acto ininteligible de su poder total, hizo surgir el universo de la nada; crea el mundo para servir de morada al hombre; apenas este hombre que ha hecho a su propia imagen único objeto de los trabajos de su Dios ha visto la luz, el creador lo pone en una trampa a la cual sabía que había de sucumbir sin remedio. Una serpiente -que habla- seduce a la mujer que no se sorprende de este fenómeno: la mujer persuadida por la serpiente convence a su marido para comer un fruto prohibido por el mismo Dios. Adán, padre del género humano, por esta falta leve hace recaer sobre él y sobre toda su posteridad inocente una multitud de males, a los que sigue la muerte, sin que empero, esta sea el final de ellos. Por la ofensa de uno solo hombre la raza humana entera se convierte en objeto de la ira celestial; es castigada por su ceguera involuntaria con el Diluvio Universal. Dios se arrepiente de haber creado este mundo y encuentra más fácil ahogar y destruir la especie humana que cambiar sus sentimientos. Un pequeño numero de justos, a pesar de todo, se libra de esta calamidad, pero la tierra sumergida y el género humano destruido no son suficientes para su venganza implacable Una raza nueva aparece, y , aunque salida de los amigos de Dios, que él ha salvado del naufragio del mundo, esta raza comienza a irritarlo nuevamente con otros desaguisados, jamás el Todopoderoso consigue que su criatura se vuelva tal como él desea. Una nueva corrupción se adueña de las naciones, nueva cólera por parte Jehová.
Finalmente, parcial en su ternura y en su preferencia pone sus ojos en un asirio idólatra, hace una alianza con él, le promete que su descendencia, multiplicada como las estrellas del cielo o las arenas del mar, gozará siempre del favor de su Dios. A esta raza escogida le revela sus voluntades, para ella se rompe cien veces el orden que había establecido para la Naturaleza; es por ella que es injusto, que destruye naciones enteras. Aun así esta raza favorita no es mas feliz ni mas ligada a su Dios, acude constantemente a Dioses extranjeros, de los cuales espera unos socorros que el suyo le rehúsa; ofende a este Dios que la puede exterminar.
Tan pronto este Dios la castiga como la consuela, tan pronto la detesta sin motivos como la ama sin mas razón. En definitiva, viéndose incapaz de reconducir hacia él a este pueblo perverso, al que quiere obstinadamente, le envía a su propio hijo. Este hijo no es escuchado en absoluto ¿Qué digo? Este hijo estimado, igual a Dios, su padre, es conducido a la muerte por un pueblo objeto de la ternura obstinada de su padre que se ve incapaz de salvar al género humano sin sacrificar su hijo.

Así, un Dios inocente se convierte en la víctima inocente de un Dios justo al que ama, los dos consienten ese extraño sacrificio, juzgado necesario por un Dios que sabe que será inútil para una nación endurecida que no cambiará ¿La muerte de un Dios, inútil para Israel servirá al menos para expiar los pecados del género humano? A pesar de la eternidad de la alianza, jurada solemnemente por el Altísimo, y tantas veces renovada con sus descendientes, la nación predilecta se encuentra finalmente abandonada por su Dios que no ha podido reconducirla hacia él. Los méritos de los padecimientos y de la muerte de su hijo se aplican a unas naciones que antes estaban excluidas de sus favores; estas se reconcilian con el cielo que se vuelve de ahora en adelante mas justo con ellas, el género humano se encuentra nuevamente en estado de gracia. También y a pesar de los esfuerzos de la divinidad sus favores son inútiles y los hombres continúan pecando, no cesan de encender la cólera divina y de hacerse acreedores de los castigos eternos destinados al mayor número de ellos.
Esta es la historia fiel sobre la cual descansa el cristianismo. Después de una conducta tan extraña, tan cruel, tan contraria a toda razón, ¿es por ventura sorprendente ver que los adoradores de este Dios no tienen ni idea de sus deberes, que desconocen la justicia, que pasan por encima de los sentimientos de humanidad, que se esfuerzan en su entusiasmo por asimilarse a la divinidad bárbara que adoran y que toman por modelo?,¿Qué indulgencia tiene derecho a esperar el hombre de un Dios que no ha ahorrado dolores a su hijo? ¿Qué indulgencia tendrá el hombre cristiano, persuadido de esta fábula, para su semejante? ¿Quizás no pueda imaginar que la manera
mas segura de complacerle es siendo tan feroz como él?
Al menos es evidente que los seguidores de un Dios semejante han de tener una moral incierta, con unos principios sin firmeza. En efecto, este Dios no es siempre injusto o cruel, su conducta varía, tan pronto crea la naturaleza entera para el hombre, como parece que ha creado a este mismo hombre solo para ejercer sus furores; tan pronto la ama a pesar de de sus faltas como condena a la especie humana a la desgracia por una manzana. En definitiva, este Dios inmutable se ve alternativamente agitado por el amor y por la cólera, por la venganza y por la piedad, por la benevolencia y por el rencor; jamás vemos en su conducta la uniformidad que caracteriza la sabiduría. Parcial en su afecto por una nación menospreciable y cruel sin razón para el resto del género humano, ordena el engaño, el robo, el asesinato y hace y hace que su pueblo querido considere un deber cometer, sin vacilar, los mas horripilantes crímenes, violar la buena fe y menospreciar el derecho de gentes. Le vemos, en otras ocasiones, prohibir estos mismos crímenes, ordenar la justicia y prescribiera a los hombres que se abstengan de lo que perturba el orden de la sociedad. Este Dios, que se dice a veces Dios de la venganza, Dios de la misericordia, Dios de los ejércitos y Dios de la paz, tan pronto tiene frío como calor; en consecuencia hace a cada uno de sus adoradores señor de la conducta que ha de tener y por eso su moral deviene arbitraria ¿Es sorprendente, después de eso, que los cristianos no hayan podido ponerse de acuerdo entre ellos sobre si era mas conforme a los ojos de Dios mostrar indulgencia a los hombres o exterminarlos por su opinión?
En una palabra, para ellos es un problema saber si es mas conveniente degollar o asesinar a los que no piensan como ellos o bien dejarlos en paz y mostrarles su humanidad.

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( Barón d’Holbach, fargmeto de su libro "El cristianismo desvelado").



2 -Lee o crea COMENTARIOS pinchando AQUI-:

Anónimo dijo...

Excelente material, gracias por compartirlo

Roger Rivero dijo...

La ideas religiosas son muy complejas para mi, tal vez en un tiempo alguien dijo: a estos cabrones no hay formas de controlarlos, vamos a meterles miedo y sembrarlo en sus mentes, y es lo que sido hasta hoy aunque con el avence de la ciencia ya muchas cosas son explicadas y los mitos se desvanecen. Saludos amigo, buen tema compartes aqui!!!